Especulaciones, rumores y posibilidades inciertas. Así es como se resume el estado actual del País Vasco tras unas elecciones que han dejado las puertas de Ajuria Enea abiertas de par en par. Evidente es que el PNV ha sido el claro vencedor de las pasadas elecciones. Aun habiendo obtenido 80.000 votos más que su perseguidor el PSE, su victoria es meramente “moral”. Con lo de moral me refiero a que todo y teniendo el 38% de los votos no es seguro que llegue a gobernar. Hoy por hoy nadie pondría la mano en el fuego para vaticinar quién será el próximo Lehendakari.
Zapatero, que justamente esta semana cumple un año como jefe de Estado, le tiene muchas ganas a Ajuria Enea. Tras el fracaso en Galicia, y tal y como le van las cosas en el Gobierno central, el presidente está como un niño ante su regalo nuevo. La posibilidad de que Patxi López se plante como primer Lehendakari socialista es un salvavidas para Zapatero. Como quién abre una ventana, ahora mismo el partido socialista necesita aire fresco para coger fuerzas y oxigenarse. Necesita un golpe de efecto para coger de nuevo el rumbo y salvar un año horribilis. Ahora bien, no todo es coser y cantar. El PSE debe pactar con el PNV o PPV si no quiere gobernar en minoría, complicado dada la situación actual, aunque no lo reconozcan. Por otro lado, el PPV está a la espera. Tanto PNV como PSE tienen sobre la mesa la posibilidad de pactar con los populares, aunque dudo que la sociedad vasca lo vea con buenos ojos. El pueblo vasco por su parte fue claro. Ya dejó patente cual era su opinión el día de las elecciones, aunque no lo suficiente como hubiera deseado el PNV. Las cartas están sobre la mesa, a la espera. Lo está también todo el País Vasco, los españoles y como no Ajuria Enea, que espera recibir al nuevo Lehendakari, sea cual sea. No todo el mundo estará de acurdo ni satisfecho, y aunque vivamos en una democracia, no siempre el que recibe más votos es el que se lleva el primer premio.
Zapatero, que justamente esta semana cumple un año como jefe de Estado, le tiene muchas ganas a Ajuria Enea. Tras el fracaso en Galicia, y tal y como le van las cosas en el Gobierno central, el presidente está como un niño ante su regalo nuevo. La posibilidad de que Patxi López se plante como primer Lehendakari socialista es un salvavidas para Zapatero. Como quién abre una ventana, ahora mismo el partido socialista necesita aire fresco para coger fuerzas y oxigenarse. Necesita un golpe de efecto para coger de nuevo el rumbo y salvar un año horribilis. Ahora bien, no todo es coser y cantar. El PSE debe pactar con el PNV o PPV si no quiere gobernar en minoría, complicado dada la situación actual, aunque no lo reconozcan. Por otro lado, el PPV está a la espera. Tanto PNV como PSE tienen sobre la mesa la posibilidad de pactar con los populares, aunque dudo que la sociedad vasca lo vea con buenos ojos. El pueblo vasco por su parte fue claro. Ya dejó patente cual era su opinión el día de las elecciones, aunque no lo suficiente como hubiera deseado el PNV. Las cartas están sobre la mesa, a la espera. Lo está también todo el País Vasco, los españoles y como no Ajuria Enea, que espera recibir al nuevo Lehendakari, sea cual sea. No todo el mundo estará de acurdo ni satisfecho, y aunque vivamos en una democracia, no siempre el que recibe más votos es el que se lleva el primer premio.
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