Salvador Dalí, el excéntrico y teatral artista, ha sido el precursor del surrealismo y creador de su propio estilo reconocido mundialmente por sus relojes blandos. Con su largo y repeinado bigote, sus espesas cejas y su ya más que habitual bastón se presenta ante mí y se aposenta en el sillón de piel.
- Artista surrealista que rompe con todo, así lo califican muchos. ¿Cómo se ve usted?
- Como un puerco que va hacia el plus ultra, puesto que como los cerdos nunca retroceden
- ¿Y la admiración que se auto profesaba en los viejos tiempos?
- Ahora ya no. A medida que me admiro más encuentro que soy una real catástrofe.
- Usted es conocido mundialmente por sus pinturas, pero también es un gran escritor aunque no todos lo sepan. ¿Cómo se explica eso Dalí?
- Mi padre que era notario pero que tenía una cierta afición a las artes decía que era mucho mejor escribiendo que pintando.
- ¿Y usted cree lo mismo?
- Seguramente tenía razón. Los pintores somos muy burros en general y los escritores son mucho más inteligentes.
- ¿Se considera entonces poco inteligente?
- No, si fuera menos inteligente indiscutiblemente pintaría mucho mucho mejor.
- Del Dalí surrealista de años atrás al de ahora, ¿qué ha variado?
- Estamos ante la misma persona, pero con un avance ideológico tremendo. He encontrado mi pintura, y ésta se llama hiperrealismo metafísico, que son los cuadros que estoy haciendo para dar al museo Dalí en Figueres.
- ¿Cuál ha sido el impulso de tal cambio en la pintura daliniana?
- Los hiperrealistas americanos, y como ya pronostiqué en pleno arte abstracto ahora se vuelve a hacer la ultra figuración.
- Es decir una copia exacta.
- Sí, pero las cosas que vemos están en nuestra habla no en lo que vemos. Si Velázquez copia una fotografía le saldrá un Velázquez.
- Pero Velázquez era un genio como usted.
- La personalidad es imposible de evitar, así que no hay porque preocuparse.
- ¿Qué pintores admira Dalí? ¿Rafael?
- Si pero ya no tanto. Admiro profundamente a Velázquez y también al holandés Vermeer, pero Velázquez es el genio supremo.
- Hablemos de su mujer Gala. ¿Parte de su éxito se lo debe a ella?
- En el ámbito artístico ella ha sido mi musa, modelo e inspiradora. En casi todos los cuadros de tipo religioso Gala aparece como protagonista.
- ¿Es como una obsesión para usted?
- Ella sustituye todas mis pasiones, toda la pasión que hay en mí se la dedico a ella.
- ¿Es algo sublime como su arte entonces?
- Sí, todo ser humano tiene algo de angelical o una parte de divinidad.
- Su arte muchas veces resta incomprendido. ¿A Dalí nadie le entiende?
- Hay mucha gente que no entiende nada de lo que hago, y a Dalí no lo entiende casi nadie.
- ¿Es posible llegarlo a entender con el libro que acaba de publicar en dónde se escribe a usted mismo?
- Mire, hace cuarenta años que escribo para saber quién soy.
- ¿Lo ha logrado?
- No, aún no.
La Tahrir del quilòmetre zero
Hace 14 años
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